Después de 10 años, Windows 10 pasa a mejor vida. O al menos su soporte por parte de Microsoft, que en su apuesta por Windows 11 ha decidido dejar atrás a su predecesor. Y claro, te preguntarás…
¿Esto que implicaciones tiene para mí?
¿Qué significa realmente “fin de soporte” en Windows 10?
No es que tu PC deje de encender. Es que Microsoft deja de publicar parches de seguridad y actualizaciones. Eso, con el tiempo, te deja más expuesto a fallos y virus, y habrá apps o accesorios que dejen de funcionar bien.
En resumen: “sin actualizaciones = mayor riesgo”.
Riesgos reales de seguir con Windows 10 (y cómo mitigarlos un poco)
Sin actualizaciones, los fallos de seguridad no se arreglan y, con el tiempo, algunas apps y accesorios dejarán de funcionar bien en Windows 10.
¿Qué puedes hacer mientras?
- No uses la cuenta de administrador para todo.
- Instala solo lo necesario.
- Evita conectarlo a Internet si puedes.
- Haz copias de seguridad y usa un buen antivirus.
Aun así, esto es solo temporal: no sirve como solución a largo plazo.
¿Tu PC es compatible con Windows 11? Requisitos y forma de comprobarlo
Si tu equipo no es muy viejo. Como regla práctica: muchos ordenadores con procesadores Intel (8ª generación o más nuevos) o AMD Ryzen (3ª o más nuevos) suelen valer. La actualización suele salir gratis si tu Windows 10 es original.

También puedes comprobarlo desde el propio Windows con la herramienta oficial “Comprobación de estado del PC”.
Descárgala aquí:
Pasos rápidos:
- Abre el enlace y descarga la aplicación.
- Instálala y ejecútala.
- Pulsa “Comprobar ahora”.
- La herramienta te dirá si tu PC cumple. Si no, te indicará qué pieza falta (por ejemplo, procesador o seguridad del equipo).


Actualizar gratis a Windows 11 (pasos y consejos)
Qué ganas:
- Vuelves a tener seguridad y soporte.
- Mejor compatibilidad con programas y periféricos nuevos.
- Menos preocupaciones: todo sigue “como siempre”, solo más moderno.
Cómo se hace (en corto):
- Haz una copia de seguridad.
- Entra en Windows Update y busca la actualización; si no aparece, usa la herramienta oficial de instalación.
- Tras actualizar, revisa los controladores de la tarjeta gráfica y el Wi-Fi (suele evitar sustos).
Si tu procesador es anterior a esas generaciones, no podrás instalar Windows 11 “oficialmente”, aunque Windows 10 siga funcionando.
Extender parches con ESU (qué es y límites)
ESU significa Extended Security Updates. Es un “salvavidas” de solo seguridad: te siguen llegando parches para tapar agujeros, pero no trae novedades ni mejoras. Es de pago, pensado para empresas, aunque usuarios domésticos también pueden acceder si su cuenta de Outlook/Hotmail está vinculada al PC. Útil si necesitas ganar tiempo antes de pasar a otra cosa.
Para quién es:
- Quien no puede pasar a Windows 11 ya, pero sí necesita conectarse con cierta tranquilidad.
- Pymes que requieren unos meses de margen para renovar equipos.
Recuerda que ESU no es un plan definitivo; es puente para organizarte y migrar con calma.
Seguir en Windows 10 bajo tu riesgo (cuándo puede tener sentido)
Equipos que no salen a Internet (por ejemplo, un PC con una máquina antigua), o cuando necesitas unos meses para cambiar de equipo o sistema.
Cómo reducir riesgos (temporalmente):
- Usa el PC sin cuenta de administrador y con lo mínimo instalado.
- Evita navegar y conectar pendrives desconocidos.
- Ten copias de seguridad al día.
A largo plazo no es buena idea: cada mes que pase habrá más riesgo y menos compatibilidad. Si trabajas o te conectas mucho, esta ruta no es para ti.
Cambiar a Linux o comprar equipo nuevo (pros, contras y costes)
Opción A — Linux (gratis y sorprendentemente fácil):
Si tu ordenador no acepta Windows 11 y no quieres gastar, prueba Linux (ej.: Mint o Ubuntu). Es gratis, seguro y hay versiones muy amigables para empezar. Para ofimática, clases, navegar y multimedia funciona de maravilla. Además, hay administraciones públicas apostando por esto (en Alemania, Schleswig-Holstein está migrando miles de equipos a Linux por seguridad y libertad tecnológica).
Opción B — PC nuevo con Windows 11:
Si dependes de programas muy concretos (por ejemplo, suite Adobe completa, juegos exigentes, hardware profesional), un ordenador nuevo con Windows 11 te simplifica la vida: viene listo, rápido y con soporte. Tu tiempo también vale dinero.
Caso UE: prórroga y matices
En Europa ha habido margen adicional con programas de parches extendidos frente a otras regiones. ¿La lectura práctica? Hay tiempo, pero no tanto como para dormirse.

No hay bala de plata, pero sí orden: si cumples, W11; si no, ESU mientras planificas; si tu uso es básico, Linux te sorprende; y si trabajas a diario con software exigente, PC nuevo es inversión, no gasto. Yo me quedo con una máxima: cuanto antes cierres la ventana de riesgo, menos dolores de cabeza mañana.










