Parece ser que los procesadores de Intel tienen un error de diseño y que no puede solucionarse con actualizaciones internas. De ahí que los sistemas operativos estén teniendo que rediseñar su núcleo o kernel. Ésta es la memoria dedicada a tareas más básicas y a la interacción con varias partes del ordenador. Un sencillo programa de javascript podría acceder a esta zona sin mucha dificultad.
Intel aún no ha facilitado datos. Lo único que se sabe hasta la fecha es que la vulnerabilidad afectaría a todos los procesadores fabricados en la última década. La solución ya está en camino Apple, Microsoft y Linux ya se han puesto manos a la obra para parchear este grave error.
El problema detectado consiste en que el diseño de los procesadores de Intel tiene una puerta de entrada para que los programas maliciosos accedieran a las áreas protegidas del kernel. Una intrusión afectaría a los componentes básicos del sistema operativo y del propio hardware. Traducido el virus camparía a sus anchas para captar las contraseñas del usuario.
Ralentización de los procesadores Intel
Un parche en el procesador no es posible, sino que tienen que ser las propias empresas de software quienes provean la solución. En pocos días, Apple, Microsoft y Linux lanzarán su compilación para cerrar esta brecha de seguridad.
Linux ya ha sacado la suya para todo el mundo, aunque el código encubre el problema de los procesadores de Intel. Microsoft ha integrado ya el parche en algunas versiones beta recientes. Se espera que en los próximos días pueda ser descargado por todos los usuarios. Apple también tendrá que actualizar su sistema operativo.
Expertos indican que una actualización de firmware interno del Intel X86-64 no basta y de ahí que tenga que realizarse en los sistemas operativos. La consecuencia es que el procesador se verá ralentizado entre el 5 y el 30%. Esta caída de velocidad variará en función del modelo de procesador y del sistema operativo que ejecute.
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